Una de las funciones clave de la cámara de humo es aumentar el tiro o succión que extrae el humo de la cámara de combustión. Esto evita el reflujo de humo hacia el espacio habitable, lo que puede provocar contaminación del aire, malos olores y posibles riesgos para la salud. Las paredes de la cámara de humo suelen estar inclinadas, lo que ayuda a reducir el movimiento turbulento del humo y le permite subir suavemente hacia la chimenea.
Componentes clave y diseño
El diseño de una cámara de humos influye directamente en la eficacia de la evacuación de humos. Las cámaras de humo correctamente construidas incluyen los siguientes componentes:
Paredes inclinadas: Las paredes interiores están en ángulo para guiar el humo hacia arriba. Si estas paredes son demasiado empinadas, el humo puede arremolinarse, provocando corrientes de aire ineficientes y derrames de humo.
Parpado: Las paredes de la cámara suelen estar recubiertas con una sustancia llamada parjado. El parging es un yeso liso y resistente al calor que cubre la mampostería rugosa, creando un camino más suave para la salida del humo y los gases. Sin revoque, el ladrillo o la piedra porosa podrían atrapar hollín y calor, reduciendo la eficiencia de la cámara y presentando un riesgo de incendio.
Amortiguador: A menudo ubicado dentro del cámara de humo es el amortiguador, una válvula que controla el flujo de aire que entra y sale de la cámara. Cuando está abierta, la compuerta permite que el humo pase libremente. Cuando está cerrado, evita que entre aire exterior en la habitación y reduce las corrientes de aire cuando la chimenea no está en uso.
Importancia de una cámara de humo que funcione correctamente
No se puede subestimar la importancia de una cámara de humo bien diseñada y mantenida adecuadamente. Cuando funciona correctamente, proporciona varios beneficios esenciales:
Calidad del aire mejorada: al guiar eficientemente el humo y los gases fuera de la casa, la cámara ayuda a mantener una buena calidad del aire interior. Sin él, los contaminantes nocivos como el monóxido de carbono pueden acumularse en los espacios habitables, lo que genera riesgos para la salud, como problemas respiratorios, mareos o incluso intoxicación por monóxido de carbono.
Prevención de incendios: una cámara de humos en buen estado minimiza el riesgo de incendios en las chimeneas. Con el tiempo, el hollín, la creosota y otros subproductos de la combustión pueden acumularse en la cámara, lo que puede encenderse si no se limpia con regularidad. Un enlucido adecuado y paredes en ángulo también ayudan a evitar que el calor se concentre en un área, lo que reduce aún más el riesgo de incendio.
Eficiencia energética: La adecuada tiro proporcionada por la cámara mejora la eficiencia energética de la chimenea. Las cámaras de humo que funcionan mal hacen que el humo y el calor se derramen en la habitación, lo que provoca una pérdida de calor y una reducción de la eficiencia del combustible.
Problemas comunes con la cámara de humo
Si bien las cámaras de humo son vitales para la seguridad y la eficiencia, con el tiempo pueden desarrollar problemas debido a una construcción deficiente o a la falta de mantenimiento. Algunos problemas comunes incluyen:
Acumulación de creosota: esta sustancia parecida al alquitrán se forma a partir de partículas de madera no quemadas y puede acumularse dentro de la cámara. Es necesaria una limpieza regular para evitar que esta sustancia inflamable se convierta en un peligro de incendio.
Grietas en el enlucido: con el tiempo, el material de enlucido puede desarrollar grietas debido al estrés por calor, daños por agua o asentamiento de la chimenea. El revestimiento agrietado puede ralentizar la evacuación del humo e incluso permitir que gases peligrosos se filtren en el interior de la casa.
Tamaño inadecuado: una cámara de humo que es demasiado pequeña o demasiado grande para la chimenea a la que sirve puede causar problemas de corrientes de aire, lo que provoca un flujo de aire deficiente y un retorno de humo hacia la casa.
Mantenimiento y cuidado
El mantenimiento de rutina de la cámara de humo es esencial para garantizar su funcionamiento eficaz. A continuación se ofrecen algunos consejos:
Deshollinador de chimeneas: haga que un profesional limpie su chimenea, incluida la cámara de humo, al menos una vez al año para eliminar la acumulación de hollín y creosota.
Reparaciones de parcheo: Inspeccione periódicamente el parcheo para detectar grietas o daños y haga que lo reparen si es necesario. Los albañiles de chimeneas profesionales pueden volver a parchar la cámara para restablecer un flujo de aire suave.
Mantenimiento de la compuerta: Asegúrese de que la compuerta funcione correctamente. Debe abrirse y cerrarse suavemente sin obstrucciones.